jueves, 16 de diciembre de 2010

Presa en una noche sin estrellas

En esta noche sin luna quiero escuchar el crujir de tus huesos y saborear la sangre chorreante de tu vencido cuerpo.

Mirar tus ojos sin brillo oscurecerse en la neblina espesa y observar tu piel poco a poco pudrirse entre la tierra.

¿Qué más puede pedir tu alma insincera? Es una muerte bella la que te ofrezco, bajo este manto sin ninguna estrella.

Puedes suplicar, puedes llorar, mas la rabiosa mirada que te acecha jamás se detendrá.

Hazme caso, desdichado amante, deja que los gritos y gemidos se conviertan en placer, pues a lo que esta noche he venido no se podrá deshacer.

Sufre como jamás has sufrido, pues no hay perdón para tu ser. ¡Ruega, implora, gime...! Que tus huesos ya son de papel.

Mas...
Un alivio tienes, en medio de tanto dolor: finalmente me has hecho feliz, tal como una presa a su cazador.

0 comentarios:

Blogger template 'WhiteOrange' by Ourblogtemplates.com 2008