¡Yo de "vieja" no tengo nada!

Conozco a más de una chica que cada que abre la boca, lo femenino sale huyendo del lugar.

Sé que estoy recontra chapada a la antigüita, pero ciertamente considero que ser mujer no sólo es usar vestido, tener cabello largo y ponerse kilos de pintura en la cara, o tener uñas más largas que las garras de Wolverine.

Ser mujer implica muchas cosas. No digo que debamos comportarnos como la callada mujercita del siglo antepasado que sólo debía darle la razón al marido, no. Es un error que aún muchas cometen y que debería ser erradicado de raíz.

Ser MUJER, así, con mayúsculas y negritas, implica tener cultura, dignidad y respeto, y estos pasos inician, no sólo con una misma, sino con nuestro propio género y con el resto del mundo.

Ser MUJER, es darse a respetar y respetar a las demás, pero, ¿cómo conseguirlo si comportarse como una dama de verdad es visto como bicho raro en esta sociedad?

Si todavía recuerdo la indignación que sentí cuando en preparatoria una compañera me trató de "esa vieja".

¡"Esa vieja"! Para mí esa expresión es de hombres que intentan fanfarronear a cuantas se han "cogido", y francamente, es vulgar y desagradable.

"Esa vieja", es un insulto, no sólo para mí, sino para el género completo. Y si suena mal en un hombre, en una mujer es peor. Y si ningún hombre me ha dicho así, menos permití que otra chica me llame de esa forma.

Es, ciertamente, una mujer que no se respeta a sí misma, que no tiene dignidad, pues le da igual tratar a las demás de viejas y, evidentemente le da igual que la traten como una vieja más.

Hace poco lo escuché de nuevo, de una chica que, aunque bonita, cada que abre el pico suena como un machote del montón.

Enserio que me indigna. Me fastidia que me traten de vieja. No me importa si ellas se consideran a sí mismas viejas. Quizá lo son, de esas que cualquier fanfarrón se las coge, pero yo no.

Porque yo soy más que una cara pintada, una talla de ropa o un corte de cabello. Yo me considero una MUJER como tal y exijo que me respeten, porque yo otorgo ese mismo respeto a cualquiera que me dirija la palabra. Es justo, ¿no?


Este post lo debí haber escrito el lunes pasado, día internacional de la mujer, más considero también que un día para celebrar a mis hermanas de género no basta, así que, muchas felicidades a todas las MUJERES y damas de verdad que tienen dignidad y que se respetan y respetan a todos los demás. Obviamente, aunque me entristezca, también aplica a todas las viejas.